EL CEREBRO ADICTO
Hablar de adicciones es un tema complejo
y extenso, dado que en esta cuestión intervienen varios factores que no actúan
de manera aislada, sino que forman un todo, donde unos predominan más que otros
según el estado del sujeto en relación con los mismos, e influyen tanto de
manera positiva como negativa; sin embargo cuando se habla de adicción y su
relación con el funcionamiento cerebral, los datos que la literatura nos
proporciona son más exactos y puntuales.
Así pues de inicio tenemos que una “droga” es
una sustancia química que una vez ingerida, altera el funcionamiento del
individuo actuando sobre el Sistema Nervioso Central (SNC), también pueden ser clasificadas
según su efecto sobre el mismo en: depresoras y estimulantes del
SNC; existen otras clasificaciones de las mismas con fines educativos,
sociales, etc., por ejemplo: drogas licitas e ilícitas.
Las drogas más comunes son el tabaco, el
alcohol, la cocaína, marihuana, etc., y todas ellas poseen un grado adictivo
que puede ir desde leve a severo y pueden generar una adicción en el sujeto,
tomando en cuenta algunos factores, tenemos entre los más importantes: tipo de
sustancia o droga de consumo, regularidad del consumo, dosis, consumo de otras
sustancias, disponibilidad de la droga, solo por mencionar algunos.
Cuando se habla de drogodependencia se
distinguen varios conceptos que delimitan el consumo y la frecuencia del mismo.
Se distinguen la noción de uso, abuso y dependencia (Yaría, J. A., 2005, p.
32). “Por uso de una droga se entiende el consumo de una sustancia que no
produce consecuencias negativas en el individuo o éste no las aprecia.
Este tipo de consumo es más habitual
cuando se utiliza una droga de forma esporádica.
El abuso se da cuando hay un uso continúo
de la sustancia a pesar de las consecuencias negativas derivadas del mismo.
La dependencia surge con el uso excesivo
de una sustancia, que genera consecuencias negativas significativas a lo largo
de un amplio período de tiempo.
También puede ocurrir que se produzca un
uso continuado intermitente o un alto consumo sólo los fines de semana.”
(Becoña, I, Cortés T., et. al., 2010, p. 47-48).
Lo que en nuestra entorno es social y
culturalmente aceptado; por ejemplo., es normal ver en reuniones familiares o
de amigos, un uso o consumo excesivo de alcohol, de esta manera se refuerza
positivamente el consumo, ligándolo a la interacción con otras personas y a
momentos agradables con otros, que el cerebro codificara como una experiencia
gratificante
Las drogas siempre han estado presentes,
en todas las culturas, pero hoy en día el consumo de éstas, existen en más
cantidad de personas que la consumen.
Desafortunadamente al nombrar drogas, se
hace referencia como sinónimo de pobres y marginales. Pero no es así, la
adicción no exenta a las clases sociales. El consumo de sustancias es cada vez
más permitido, lo cual conduce a que el individuo crea que no pasa nada si se
consume.
LAS DROGAS COMO ENFERMEDAD
La sociedad no tiene el conocimiento que
la dependencia a las sustancias nocivas no es falta de carácter, sino una
enfermedad. Es una dependencia síquica, en el cual siente una necesidad de
consumir drogas. La drogadicción causa problemas físicos, psicológicos y sociales.
Las drogas siempre han estado presentes, en todas las culturas, pero hoy
en día el consumo de éstas, existen más cantidad de personas que la consumen.
Desafortunadamente al nombrar drogas, se hace referencia como sinónimo de
pobres y marginales. Pero no es así, la adicción no exenta a las clases
sociales. El consumo de sustancias es cada vez más permitido, lo cual conduce a
que el individuo crea que no pasa nada si se consume.
En 1930 se comenzó a estudiar la
adicción, se creía que las personas adictas a las drogas o al alcohol tenían
una moralidad deficiente y que no tenían fuerza de voluntad.
La investigadora mexicana-estadounidense
Nora Volkow, quien estudió medicina en la UNAM, observó que en las imágenes
cerebrales, la influencia de las drogas sobre diferentes partes del cerebro,
encontró la causa física a esta dependencia de sustancias como la cocaína y los
opioides.
Se concluyó que es una enfermedad del
cerebro, porque todas las sustancias adictivas, desde el tabaco a la heroína,
cocaína, alcohol, marihuana y las anfetaminas, activan los mismos circuitos
cerebrales.
“La dependencia a las distintas drogas,
aunque se manifiesta con comportamientos diferentes, tiene mecanismos
biológicos comunes que nos explican muy bien qué sucede en el cerebro”, señala
el farmacólogo Jordi Camí, coautor junto con el también farmacólogo Magí Farré
de una larga revisión científica sobre la drogadicción que se publica en el
último número de The New England Journal of Medicine, la revista
médica más citada en todo el mundo.
Algunos efectos y características de algunas drogas comunes son:
Cocaína. La cocaína es un estimulante sumamente
adictivo que afecta directamente al sistema nervioso central, hace que el
usuario se sienta eufórico y lleno de energía, aumenta la temperatura
corporal, la presión arterial y la frecuencia cardiaca y pueden llegar a tener
ataque al corazón o al cerebro.
El alcohol es un depresor del sistema
nervioso central que se absorbe rápidamente en el estómago y el intestino
delgado al torrente sanguíneo. El alcohol afecta a todos los órganos del cuerpo
del bebedor y puede dañar al feto en desarrollo, puede aumentar el riesgo de
ciertos tipos de cáncer, ataques al cerebro y enfermedades del hígado.
Las drogas de club. Las drogas de club
tienen efectos diferentes. La ketamina distorsiona la percepción y produce
sentimientos de aislamiento del medio ambiente y de la propia persona, mientras
que el GHB y el rohypnol son sedantes. El abuso del GHB puede causar coma y
convulsiones, mientras que las dosis altas de ketamina pueden causar delirio y
la amnesia. El Rohypnol® puede
incapacitar a los usuarios y causar amnesia especialmente cuando se mezcla con alcohol,
puede ser mortal. Las drogas de club constituyen un grupo farmacológicamente
heterogéneo de compuestos psicoactivos que tienden a ser objeto de abuso por
parte de adolescentes y adultos jóvenes en los clubes
Marihuana. Efectos a corto plazo
del consumo de marihuana incluyen euforia, percepción distorsionada, pérdida de
memoria y dificultad para pensar y resolver problemas.
La heroína es una droga adictiva que se procesa de la morfina.
Los efectos a corto plazo de la heroína incluyen una oleada de euforia y
confusión mental. La heroína deprime la respiración, por lo tanto, la
sobredosis puede ser fatal. Los usuarios que se inyectan la droga están en
riesgo de tener enfermedades infecciosas como el VIH/SIDA y la hepatitis.
Guerrero (2013) establece que el tratamiento para la
adicción debe definirse según la persona, el tipo de sustancia, el ambiente en
que vive y sus recursos, internos y externos. Resolver el problema no solo
desde el punto de vista bioquímico, sino a través de terapia multidimensional.
No obstante el mejor enfoque es la prevención.
Adquirir la capacidad de dejar de abusar de las drogas es solo una parte de
un largo y complejo proceso de recuperación.
Cuando las personas inician un tratamiento por un trastorno causado por el
consumo de sustancias, a menudo la adicción ha tomado el control sobre sus
vidas Ha afectado su funcionamiento en su vida familiar, en el trabajo y en la
comunidad, y los ha hecho más propensos a sufrir otras enfermedades graves.
El uso causa y
efecto
Lo que tienen en común todas las drogas,
como los euforizantes y sedantes derivados del opio, la estimulante y relajante
nicotina, las energizantes anfetaminas y cocaína, el estimulante y desinhibidor
alcohol, y las demás sustancias adictivas naturales o de diseño, es que
estimulan la liberación de dopamina en una zona del cerebro que desempeña un
papel importante en el refuerzo de la conducta.
El uso prolongado de drogas causa
cambios adaptativos en el cerebro que explican la tolerancia, así como la necesidad
de una dosis mayor para conseguir el mismo efecto, la dependencia física, el
consumo compulsivo, la activación de los mecanismos cerebrales de recompensa,
hacen que se convierte en dependencia.
El cerebro se transforma en donde para
los adictos, “los efectos inmediatos de las drogas son más potentes que el
hecho de darse cuenta de sus consecuencias negativas a largo plazo”, explica el
estadounidense Neil Carlson, una autoridad en las bases biológicas de la
conducta.
La ciencia ha comprobado que el consumo
prolongado produce “alteraciones en el cerebro que aumentan la vulnerabilidad a
la recaída y facilitan la búsqueda irresistible de droga incluso meses o años
después de la desintoxicación”, escriben Camí y Farré.
Genes
y adicción
Se ha descubierto en numerosos genes que
existen variaciones en el metabolismo de la nicotina, el alcohol, la heroína y
otras drogas que se traducen en mayor y menor tolerancia individual y se
encuentra en riesgo de adicción, según Jordi Camí, catedrático de Farmacología de
la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Es conocido que los hijos de
alcohólicos adoptados por familias no alcohólicas tienen más riesgo de hacerse
adictos a la bebida.
Dependencia
Física y Psicológica
María Elena Medina Mora, Directora del
Instituto Nacional de Abuso de Drogas de Estados Unidos, comentó que hay tres
veces más adictos a la nicotina que a la cocaína, ya que la nicotina es más
fácil de adquirir y es más aceptado por la sociedad.
En cuanto a la dependencia física a la
adicción, su síntoma es la tolerancia que va transcurriendo a partir de cada
vez que se está consumiendo y se va afectando más el cerebro.
En el caso de la dependencia sicológica,
se maneja que pueden influir en la experiencia de la dependencia física, cuanto
mayor sea la abstinencia de una droga, peores serán los síntomas físicos de la
abstinencia. El consumo regular y sostenido de drogas puede convertirse en una
necesidad emocional, en la que la rutina de comprar y tomar la droga adquiere
un papel más importante que los efectos físicos.
Consecuencias
en el entorno familiar
Las consecuencias que puede causar el
consumo de drogas dentro del entorno familiar son alteraciones de las
relaciones familiares, ambiente de desconfianza, preocupación, desequilibrio en
la economía, presencia de situaciones de abandono y personalidad.
Prevención ante
todo
La doctora Leticia Echeverría,
especialista en adicciones de la Universidad Nacional Autónoma de México,
señaló que la familia es el principal núcleo en el que se puede hacer una labor
profunda de prevención.
Por otra parte, se debe trabajar para
que no se venda ningún tipo de sustancia nociva a los menores de edad, ya que
esto no les dará la pauta para poder adquirirla tan fácilmente.
Apoyo de las escuelas, que continúen el
apoyo con programas que impulsen la estilos de vida saludables, desarrollo de
habilidades para enfrentar la presión por consumir.
REFLEXIÓN
¿Porque elegí este tema?
Porque es de suma importancia estar enterados
nosotros como padres sobre las drogas que existen alrededor de nuestra sociedad
y poder defender a nuestros hijos delo que los llega a dañar y lastimar; sobre
todo poderlos ayudar y encausar a una vida sana y llena de cosas positivas que
no los obliguen a voltear a una vida llena de vicios que no les
dejan nada bueno y sobre todo nosotros como padres darles una vida llena de
ejemplos positivos e inculcarles los valores morales que aprendimos en nuestra
casa, darles buenos consejos y de esa manera los podemos salvar de que conozcan
ese mundo tan nefasto que los llegue a destruir.
Este tema me
llamó la atención ya que es algo que desafortunadamente vivimos muy de cerca,
porque por lo general tenemos a un familiar, un amigo, un compañero de trabajo
o un conocido que sufre de alguna adición.
Desafortunadamente
en esta sociedad, la falta de conocimiento nos da por señalar a las personas y
las etiquetamos.
Es muy
importante el vínculo familiar, al inculcar los principios y valores, y
adquirir conocimientos para trasmitirlos y así nos daría la pauta para poder
protegerla para su bienestar.
La
comunicación es de suma importancia, ya que juega un papel muy importante para
que se trasmita que es lo bueno y lo malo, los beneficios y perjuicio que nos da
el consumir alguna sustancia nociva.
El abuso de
sustancias nocivas, representa cierto papel en muchos problemas sociales
importantes, puede conducir a la destrucción de familias, trabajo, relaciones
personales y sociales.
Desgraciadamente
existen muchas mas adiciones no nomas las drogas, por citar uno que esta “a la
moda es la adicción a las redes sociales”.
Conclusión
El efecto del consumo de drogas en el cerebro es muy
impactante, ya que actúa a nivel de neurotransmisores en la comunicación de las
células nerviosas, por lo que además de crear una fuerte dependencia física,
crea también una dependencia psicológica que lleva a graves consecuencias en el
individuo tanto físicas como sociales.
Se debe tener especial atención en los adolescentes,
ya que debido a su estado emocional y medio ambiente tienden a consumir con
mayor facilidad drogas; sin embargo los efectos en el cerebro tienden a ser
mayores debido a que en esta etapa el cerebro todavía no ha desarrollado.
La adicción a las drogas es una enfermedad que debe
ser tratada como cualquier otra enfermedad crónica, además de ser tratada
bioquímicamente, la persona adicta deberá llevar terapia multidimensional.
Información sobre drogas (National Institutes of
Health, NIH) . Recuperado el 3 de junio de 2015 de http://www.drugabuse.gov/es/informacion-sobre-drogas.
En los adolescentes no tienen autocontrol en el manejo de sus emociones,
por lo que tienden a abusar con mayor facilidad de las drogas; sin
embargo en esta etapa, el cerebro se encuentra aún en desarrollo por tal
motivo los efectos son aún mayores que en caso de un adulto. Las adicciones
tienen grandes consecuencias tanto para la salud como para el bienestar
personal, familiar y social.
BIBLIOGRAFÍA
Guerrero Mothelet, V. (2013). El cerebro adicto. ¿Cómo ves?, No. 177, (Pp.
10-14).


